viernes, 13 de enero de 2012

PASIÓN MORTAL

Era noche de luna llena y decidimos salir. Nuestros hijos no podían quedarse solos, María de 15 años y David de 7. Aprovechando que Franco su primo (25) se quedaría a dormir, le rogamos los cuide y contento aceptó.

Cerré los ojos y estabas ahí, sí, eras tú hermanita con tu cabello largo y delgado, con la sonrisa pura y esos ojos bellos que reflejaban amor. 
Desperté y te encontré tendida en el suelo, él te tocaba, gritabas y no sabía qué hacer.  Miré a todos lados,  tú seguías gritando y él rodeaba sus manos en tu cuerpo. Traté de evitarlo, pero  lo impidió. Quisiste defenderte, lo empujaste, pero él te agarró con más fuerza y con una sonrisa en el rostro, tomó un cuchillo y lo deslizó lentamente por  tu cuello, yo tenía 7 años cuando te vi por última vez…

No había planeado nada, tus padres  me pidieron que los cuide y así lo hice. Al comer, sentí algo extraño dentro de mí, algo que me obligaba a verte, a observar cada movimiento tuyo, era tu primo, lo sé, pero esto que sentía era intenso, entonces lo hice. Te agarré fuertemente, presioné tu cuerpo contra el mío, tenías que ser para mí y no me dejaste, por eso no me quedó otra opción que asesinarte.

Mientras me cambiaba para dormir, escuché un ruido, miré hacia atrás y estabas observándome. Cubrí mi cuerpo con vergüenza, te acercaste lentamente y me asusté, en ese momento tapaste mi boca con tus manos, traté de soltarme, pero no pude, te echaste encima de mí y como matan a un animal antes de comerlo, acabaste con mi vida…
De pronto, mi corazón dejó de latir y los pocos años que había vivido se esfumaron en un segundo de tu respiración.

Al volver a casa, encontramos los cuerpos tendidos de los seres que más amamos en el mundo, nuestros hijos… 

PAREDES LOZANO, NATHALÍ.

1 comentario: