Desperté y te vi. Dormías, eso creí.
Tenías los ojos cerrados y una sonrisa en el rostro, mi corazón se estremeció, hijo mío! Pensé.
Tenías los ojos cerrados y una sonrisa en el rostro, mi corazón se estremeció, hijo mío! Pensé.
Mis brazos se extienden, mi cuerpo flota por los cielos, estoy volando! Soy un ave! Puedo ver la ciudad desde aquí! Puedo ver mi casa! Espera, y ese castillo? Oh! Qué hermoso castillo! La puerta es enorme! Tengo miedo de entrar...
Hola, saludo al soldadito que amablemente me deja pasar, de pronto escucho un ruido, alguien dice mi nombre, mamá? Pregunto, una sombra se acerca a mí, la miro y se desvanece. Subo al segundo piso y cuando veo por las escaleras, miro como todo desaparece. Trato de pisar le último escalón, pero no puedo, caigo a un hoyo oscuro, muy oscuro, donde siento que me hundo y me hundo, más y más.
Mamá! Grito. Estoy asustado! Qué es eso! Quiero el castillo! Quiero volver! Ella viene, me carga y me lleva a la sala y con mucho amor me dice, tranquilo, ya estoy aquí. Miro a todos lados, veo mucha gente, espera, qué está pasando, por qué todos me miran, no entiendo, no soporto más y lloro, mamá donde te fuiste, ven por favor...
Mi madre corre hacia mí, me abraza fuertemente, pero tengo miedo, me suelto, grito, corro hacia esa esquina donde nadie me puede ver, entonces imagino el castillo, oh! Qué hermoso castillo, qué hermosa luz, qué hermosas escaleras, tengo sueño...
Abro mis ojos y estoy ahí, en el hermoso castillo, veo al soldadito amable y vuelvo a caer en ese hueco oscuro y me hundo, veo a mi madre, no entiendo porqué llora, tengo miedo, no soporto el ruido, la gente me mira, quiero gritar! Qué hago! Entonces, corro a la esquina donde nadie me puede ver y me escondo, ya nada me asustará.
Camino a la sala, te veo de lejos, estás ahí, sentado en la esquina donde nadie te puede hacer daño, cierras los ojos, te mueves en tu sitio, mi alma se parte en dos...
Me acerco a ti despacio y te miro, tu mirada tierna, tu suave voz, no importa el trastorno que tengas, yo te amo hijo y siempre te amaré...
Paredes Lozano, Nathalí.
esto me llegó al alma, realmente profundo!
ResponderEliminar