domingo, 26 de febrero de 2012

REALIDAD EN SOMBRAS

Amaneció y sentí tus manos tocando mi cintura, ahora puedo sentir el susurro de tu voz en mi oído, volteo y miro tus ojos, tienes bellos ojos, me das un beso y lentamente acaricias mi rostro, es grandioso el amor que me entregas, puedo sentirlo, puedo pensarlo, puedo amarlo…

Soy una mujer que te ama, que te desea tanto y quiere estar contigo para toda la vida, déjame entregarte todo lo que tengo, apodérate de todo mi ser, porque quiero que sea así, porque necesito de ti, dame todo lo que tienes, eres mi hombre, el que necesito para vivir, pero…

Me Despierto  y veo personas, hola, les digo, pero porque me rodean, espera, debe ser una sorpresa, seguro es mi cumpleaños y no me he dado cuenta, tan rápido pasa el tiempo, pero, por qué no recuerdo, tengo frío, deben ser los nervios, estoy emocionado, nervioso, me siento raro.

Tengo los brazos debajo de una almohada sin carga, pero siento como el sudor corre por mi cuerpo, como todos quieren hablar conmigo y me cogen los brazos, las piernas, como entre todos quieren abrazarme, eso me gusta, pero a la vez me parece extraño. Llega la noche y caigo en un sueño profundo…

Ya no sé qué hacer, tengo tantos hombres en mi vida y creo que nunca encontraré el verdadero amor, nunca pensé combinar el trabajo con mi vida amorosa, pero así fue y ahora estoy aquí, entregando mi cuerpo por unas cuantas monedas.

Me siento tan solo, por qué no hay nadie a mi lado, donde están todos, necesito sentirme amado, quiero ver a mis amigos, acaso hice algo malo, todo lo hice bien, dejé que me saludaran, que me abrazaran, porque lo necesito, porque para mí es especial.

Mi vida no tiene sentido, a pesar de que siga contando las monedas, me siento vacía, nunca imaginé que sintiera amor por alguien, que después tantos hombres que cumplieron sus deseos más lujuriosos conmigo, no existe uno que en realidad me ame.

Pasan las horas y nadie viene a verme, estoy solo entre cuatro paredes, qué me pasa, maldición, qué tengo puesto, ábranme, quiero salir, déjenme salir!

Ya nada existe para mí, él no me quiere, nadie me quiere, qué sucede conmigo, siento que mi cuerpo se desvanece, ayúdame!

Abro mis ojos, miro mis brazos, qué está pasando, mi cuerpo no parece el mismo, siento que mi amor verdadero no es correspondido, siento como si viviera en un mundo extraño, me levanto y muy despacio camino hacia el espejo, me miro y… Veo una mujer, de nuevo miro mi cuerpo y sigo siendo yo, solo y sin nadie a mí alrededor.

Camino a mi cama y otra vez entran mis amigos, quieren darme un abrazo y ella aparece de nuevo…

PAREDES LOZANO, NATHALÍ

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